68° Trofeo Conde de Godó

La tierra Red Court de Greencourt, protagonista del 68° Trofeo Conde de Godó

Está claro que Rafa Nadal sigue mandando en el Godó, de eso no hay ninguna duda. Tras meses sin jugar, nos ha vuelto a demostrar su mejor juego sobre la que es, sin duda alguna, su superficie por excelencia: la tierra batida. Cada golpe, cada punto y cada victoria han vuelto a convertir el Trofeo Conde de Godó en una auténtica celebración del tenis.

Pero este año, además de Nadal, ha habido otra gran protagonista silenciosa: la pista. Y es que muchos lo habréis notado —la tierra batida de la pista central presentaba un color mucho más rojizo, más intenso y vivo que en ediciones anteriores—. El bote era más uniforme, el deslizamiento más natural y el espectáculo, sencillamente, impecable.

Esta tierra Greencourt, procedente de ladrillo cocido a 800 °C, garantiza un drenaje perfecto sin formación de lodos incluso tras lluvias intensas. Su granulometría y densidad equilibradas le permiten mantenerse estable en superficie durante todo el juego, evitando desplazamientos y ofreciendo un mayor confort a los tenistas. Además, su textura fina contribuye a un comportamiento más predecible de la bola y una mejor tracción bajo el pie.

Una combinación técnica y estética que ha hecho posible disfrutar de partidos memorables y de una pista en su máximo esplendor. Aquí os dejamos algunas imágenes que lo dicen todo: pura pasión por el tenis… y por la tierra batida.